Con las buenas temperaturas, y la llegada de la época
estival, pasamos más horas al sol que en otras épocas del año, incluso cuando
vamos a la playa o la piscina estamos tumbados varias horas para dorarnos al
Sol. La parte buena es un bonito color moreno, que se nos queda y que todo el
mundo quiere tener para lucir bien bello en verano.
Pero por otro lado uno de los grandes inconvenientes es que
al tomar el sol, existe un tipo de rayos, llamados rayos UVA, con una alta
potencia de penetración. Lo que hace que atraviese nuestra piel. Con el paso de
los años esto provocará diversas patologías desde algunas leves como un
progresivo deterioro de la piel, arrugándola y pudiendo aparecer lunares o
manchas que antes no teníamos hasta los casos más graves, en el que se puede
desarrollar cáncer.
Cuando desarrollamos un cáncer en la piel es llamado
melanoma. Al principio se caracteriza por una mancha sin una forma definida, si
te ves que tienes este tipo en tu piel, acude al médico en la menor brevedad
posible.
Para evitar que desarrollemos estas enfermedades debemos de
tener siempre a disposición protector solar cuando tomemos el Sol, y evitar
estar expuestos en las horas más calurosas del día que son de las 2 a las 6 de
la tarde, también es recomendable hidratar la piel con aftersun después de un
día en el que la actividad solar en nuestra piel haya sido intensa.
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