
Se detuvieron las operaciones por el resto de la jornada en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, luego de que las acciones se desplomaran en más de 7%, informó la agencia oficial noticiosa Xinhua.
Las medidas de emergencia, que fueron puestas en operación el 1 de enero, también se activaron el lunes para detener los intercambios de acciones.
Los reguladores anunciaron en diciembre que introducirían las medidas de seguridad con el objetivo de evitar una gran fluctuación en los precios.
Beijing ha intentado restaurar la confianza de los inversionistas luego de que los mercados cayeron en junio tras las grandes ganancias del año anterior. El desplome financiero provocó una intervención de miles de millones de dólares por parte del gobierno.
El Índice Compuesto Shanghai perdió 7,3% hasta los 3.115,89 puntos antes de la suspensión de actividades. Por su parte, el Compuesto Shenzhen, de menor tamaño, cayó 8,3% y se ubicó en 1.955,88 enteros.
La caída de la bolsa China, por segunda vez en esta semana, puede generar una reacción en cadena haciendo que bolsas europeas y Wall Street, en Estados Unidos también sientan el efecto.
Dicha caída está relacionada con el hundimiento que las bolsas chinas tuvieron en julio y agosto de 2015, debido a la débil condición económica mundial y a la ralentización de esa economía asiática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario